Mostrando las entradas con la etiqueta Desigualdad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Desigualdad. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de marzo de 2024

La democracia, una práctica política venida a menos


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

No vivimos en democracia, si por ello entendemos una conducta fundada en la búsqueda del bien común, la justicia social y la igualdad. Existe una contradicción entre un proyecto democrático y el mantenimiento de relaciones sociales de explotación. Y no sólo respecto de la explotación de seres humanos por seres humanos, sino a la ejercida contra la naturaleza. Alude a la degradación del nicho ecológico, la especulación alimentaria, la apropiación de los recursos hídricos, las epidemias de hambre producidas por bloqueos, el patrocinio de guerras, la privatización de la investigación científica o limitando el acceso de medicamentos y vacunas a las mayorías sociales. Todos los hechos enunciados, además de cuestionar la existencia de orden internacional afincado en la paz, evidencian una deflación democrática. En este contexto donde prima el capitalismo, debemos sumar las instituciones que han pervivido por siglos, como el patriarcado, el racismo, las desigualdades económicas, el poder de castas, nobleza, terratenientes y caciques.

Sin pensar en una visión idílica de la democracia, la realidad social nos aboca a creer que el futuro de la democracia es incierto, cuando no contrario a sus principios. El origen de la democracia, una forma de vida y gobierno, se halla en las luchas sociales por reconocer los derechos ciudadanos en su más amplia acepción. La democracia busca, al mismo tiempo, equilibrar el poder ejercido por las plutocracias, contrarrestar las desigualdades sociales y económicas mediante la participación política en la toma de decisiones. En otras palabras, que los ciudadanos decidan por plebiscito sobre la guerra y la paz, promulguen las leyes, controlen los poderes fácticos, puedan ser electos, además de evitar los abusos de poder de quienes gozan de la representación popular.

martes, 30 de enero de 2024

Fin de la Derecha y la Izquierda, triunfo del Turbocapitalismo

Diego Fusaro, geoestrategia.es

Siguiendo las «aventuras de la dialéctica«, como las calificó Merleau-Ponty, la transición al turbocapitalismo (o capitalismo absoluto-totalitario) se puede interpretar como el tránsito histórico desde una forma de capitalismo caracterizada por la presencia de dos clases (la burguesa y la proletaria) a una forma sin precedentes de capitalismo “post-clases”, que ya no se distingue por la existencia de clases en sentido estricto (como subjetividad in se y per se) y, al mismo tiempo, se caracteriza por generar la máxima desigualdad. Este proceso evolutivo también ha determinado la razón profunda de la obsolescencia de la dicotomía derecha-izquierda, «dos palabras ahora inútiles».

jueves, 20 de enero de 2022

La pandemia de la desigualdad: 10 superricos más ricos, 99% de la humanidad empobrecida

Isabella Arria, Estrategia

Los diez hombres más ricos del mundo han duplicado con creces su fortuna, que pasó de 700 mil millones de dólares a 1,5 billones de dólares (a un ritmo de 15 mil dólares por segundo, o lo que es lo mismo, mil 300 millones de dólares al día) durante los primeros dos años de la misma pandemia que deterioró los ingresos del 99% de la humanidad.

En dos años, más de 160 millones de personas en todo el mundo fueron empujados al nivel de pobreza, es decir, disponen de menos de 5,5 dólares por día respecto al período anterior a la pandemia. Las mujeres son las que más han perdido en todo este período, y por supuesto también los países en vías de desarrollo.

Más de 100 países han debido cortar el gasto social durante la pandemia, una situación que se agravará aún más cuando a muchos de ellos se los conmine a pagar los préstamos del Fondo Monetario Internacional u otros entes internacionales.

lunes, 17 de enero de 2022

Las patentes de las vacunas: privatización de las ganancias y socialización de la muerte

La vacuna contra el Covid-19 es un negocio redondo, quizá el mejor de estos tiempos. Toda la ganancia va a parar a las empresas farmacéuticas que, gracias al monopolio otorgado por los gobiernos, sostienen la exclusividad de la producción y la comercialización por años
Jorge Molina Araneda, Patricio Mery Bell, Alainet

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que al menos un 70% de la población debe vacunarse para poder legitimar la terminación de la pandemia de Covid-19. Esto equivaldría a 5.400 millones de personas inmunizadas, y si tenemos en cuenta que se requiere una segunda dosis, la demanda superará considerablemente la oferta inicial.

La carrera por obtener una vacuna ha significado una oportunidad de negocio para las empresas biotecnológicas y farmacéuticas. Durante 2020, 2021 y 2022 habrán sumado US$60 mil millones a su facturación, según Bloomberg.

El alcance de las empresas biotecnológicas es mayor debido a que obtienen patentes por 12 años, mientras que las farmacéuticas generalmente tienen los derechos durante cinco años. Esto genera beneficios muy sutiles para las biotecnológicas que deben operar con pérdidas durante algún tiempo, hasta que aparece algún factor altamente rentable como la vacuna contra el Covid-19. Esto explica por qué se producen alianzas estratégicas entre ellas.

lunes, 6 de diciembre de 2021

La desigualdad está destruyendo el mundo

Francisco Louça, Sin Permiso

Aproximadamente un año antes de morir, el físico Stephen Hawking se preguntó en un periódico británico cuál es el efecto de la desigualdad, en una situación en la que “la vida de las personas más ricas en las partes más prósperas del mundo se vuelve angustiosamente visible para todos, incluidos los pobres, que tienen acceso a un teléfono. Y dado que ya hay más personas con teléfono que con acceso a agua potable en África subsahariana, esto significa que en poco tiempo casi nadie en nuestro planeta superpoblado escapará a la percepción de] desigualdad” (The Guardian, 12/01/2016). Este dramático hallazgo tiene numerosas implicaciones. La principal es que la desigualdad, resaltada por la fluidez de la comunicación, añade angustia al castigo, especialmente donde la gente más sufre, como en el continente donde hay más personas con teléfonos móviles que con acceso al agua. La desigualdad es una agonía que está destruyendo nuestro mundo y su visibilidad refuerza la exigencia de justicia.

lunes, 1 de noviembre de 2021

La historia de los estudios de desigualdad global

Branko Milanovic

Recientemente leí un artículo muy bueno de Christian Christiansen sobre los orígenes de los estudios de desigualdad global. El artículo aún no se ha publicado, por lo que no citaré nada de él, pero sugeriría a los lectores interesados ​​que consulten el excelente libro suyo y de Steven Jensen (editores) "Histories of Global Inequality" y especialmente el ensayo introductorio que repasa los mismos temas.

Christiansen estudia cómo la idea misma de la desigualdad mundial ha cambiado durante los últimos setenta años. Traza el camino desde la retórica poscolonialista donde la desigualdad mundial era la desigualdad entre colonias y metrópolis hasta el tercermundismo y el estructuralismo, el nuevo orden económico internacional y finalmente el neoliberalismo global. El término "desigualdad mundial" aparece por primera vez impreso en un artículo de 1974 sobre la crisis alimentaria mundial de Mick McLean y Mike Hopkins ("Problemas de la agricultura y la alimentación mundiales: proyecciones, modelos y enfoques posibles", Futures ). Solo en la década de 1990, la “desigualdad global” se asoció con la idea de desigualdad de ingresos entre los ciudadanos del mundo.

viernes, 14 de mayo de 2021

La desigualdad de riqueza

Michael Roberts

Ya he escrito antes sobre el hecho de que, tanto en las economías avanzadas como en las llamadas "economías emergentes", la riqueza se distribuye de forma significativamente más desigual que la renta. Además, según el pro-capitalista Foro Económico Mundial: "Este problema ha mejorado poco en los últimos años, con un aumento de la desigualdad de la riqueza en 49 economías".

El índice habitual que se utiliza para medir la desigualdad en una economía es el índice de Gini. Un coeficiente de Gini de cero expresa igualdad perfecta, donde todos los valores son iguales (por ejemplo, donde todos tienen los mismos ingresos). Un coeficiente de Gini de uno (o 100%) expresa la desigualdad máxima entre valores (por ejemplo, para un gran número de personas donde solo una persona tiene todos los ingresos o todo el consumo y todos los demás no tienen ninguno, el coeficiente de Gini será casi uno).

Para los EEUU, el índice Gini actual para la renta es 37,8 (bastante alto para los niveles internacionales), ¡pero el índice Gini para la distribución de la riqueza es 85,9! Tomemos la Escandinavia supuestamente igualitaria. El índice Gini de ingresos en Noruega es de solo 24,9, ¡pero el Gini de riqueza es 80,5! Es la misma historia en los otros países nórdicos. Los países nórdicos pueden tener una desigualdad de ingresos inferior a la media mundial, pero una desigualdad de riqueza superior a la media.

miércoles, 12 de mayo de 2021

¿Quién debe financiar al Estado?

Biden habilita un debate sobre quién debe financiar al Estado, al tiempo que nos invita a discutir medidas de fondo para socializar la riqueza producida colectivamente por el trabajo social
Julio C. Gambina, Alainet

El presidente de EEUU habilitó un debate sobre el financiamiento del Estado al presentar en el Congreso de su país el "Plan de Familias Estadounidenses", con un costo de 1,8 billones de dólares.

La salud y la educación aparecen privilegiadas en el discurso, tanto como la recuperación del empleo. Aunque vale señalar que todo se argumenta en función de retomar el liderazgo mundial, desafiado por China, por lo que importa el crecimiento económico, el restablecimiento del empleo y la capacidad de acción del Estado estadounidense.

Por ello, discutir el financiamiento estatal resulta estratégico, especialmente si se analizan los objetivos de cada Estado Nación.

Resulta de interés leer con detenimiento el discurso sobre el estado de la Nación ante el Congreso, a 100 días de su mandato, porque Biden explicita la crisis heredada, no solo por el COVID, y el problema que supone para EEUU la amenaza sobre el liderazgo internacional.

martes, 20 de abril de 2021

¿Una pandemia para ricos y otra para pobres?

Hedelberto López Blanch, Rebelión

El inhumano sistema de globalización neoliberal que se le ha impuesto a la mayoría de los países del mundo ha llevado en tiempos de pandemia a dividir aún más al planeta en dos: los ricos y los pobres.

Aunque las noticias parecen alucinantes, son completamente reales. Kerry Dolan, editora de la revista Forbes publicó que «pese a la pandemia, 2020 y 2021 fueron años de récord para los más ricos del mundo, con un aumento de cinco billones de dólares y un número sin precedentes de nuevos milmillonarios».

El artículo señala que el número de personas con una fortuna de 1.000 millones o superior, registró una “explosión” hasta llegar a un número sin precedentes: 2.755 en 2021, 600 más que en el año anterior.

En total sus fortunas se estiman en 13,1 billones de dólares, por encima de los 8 billones recogidos en la lista de Forbes 2020.

Con una pésima situación sanitaria en el orbe, que en vez de aminorar se acrecienta, el 2020 fue un año récord para las personas más ricas del mundo.

viernes, 9 de abril de 2021

¿Y con la desigualdad qué hacemos?

Juan Miguel Báez, Público

La reivindicación de igualdad constituye uno de los pilares básicos de la modernidad. Casi nadie se atreve a cuestionarla (salvo algún desliz de algún o alguna representante político, que luego tienen que desmentir, diciendo diego donde antes dijeron digo…). La mayoría de la población está a favor de un mundo más igualitario y defiende la igualdad como un valor intrínseco de una sociedad desarrollada. Por ejemplo, todos (o casi todos) nos indignamos cuando alguien, utilizando su situación de privilegio, se salta la cola de personas que están esperando a ser vacunados contra la covid-19. O también, cuando alguien, aprovechándose de su situación de poder, trata de eludir la acción de la justicia mediante las compras o sobornos correspondientes.

La desigualdad tiene muchos matices. Uno de los más evidentes es la desigualdad económica, la que se manifiesta en las diferencias de ingreso o de consumo. Es una cuestión muy importante y puede dar la medida del nivel democrático de una sociedad. Sin embargo, esta es una materia que no ha merecido mucha atención en la teoría económica. La temática distributiva, o redistributiva, apenas se menciona en alguna que otra asignatura de los actuales planes universitarios. Hay casi una disrupción entre realidad y teoría, entre lo que nos preocupa a los ciudadanos y lo que interesa a los diseñadores de los currículums universitarios.

martes, 30 de marzo de 2021

La doble moral de Estados Unidos

La flagrante violación de los derechos humanos a la vida, a la libertad de manifestar y de expresión y a la no discriminación por raza o etnia fue invisibilizada por el Consejo de DDHH de la ONU
Pasqualina Curcio, Alainet

Más de 41.500 personas murieron el año 2020 en EEUU, no precisamente por causa del Covid-19, fallecieron víctimas de disparos. En plena pandemia, se registraron 592 tiroteos masivos en el mencionado país del norte, algo así como 1,6 enfrentamientos armados cada día. En 2019 fueron 415.

Las ventas de armas de fuego batieron récord en 2020, 23 millones en menos de un año, 64% más que las ventas registradas en 2019 cuando se registraban más armas en manos de civiles estadounidenses que habitantes: la relación era 120,5 armas por cada 100 habitantes. Más de 8 millones que compraron armas en 2020 lo hicieron por primera vez (Fundación Nacional de Deportes de Tiro).

Para vergüenza de la humanidad, no fue solo George Floyd quien murió asfixiado mientras un policía presionaba, con la rodilla, su cuello. Según datos de Mapping Police Violence, 316 afrodescendientes murieron a tiros por la policía de EEUU, lo que representa el 28% de las 1.127 personas asesinadas por los cuerpos de seguridad con armas de fuego en 2020.

martes, 26 de mayo de 2020

EEUU: 40 millones de desempleados, 100 mil muertos y 600 súperricos más ricos


Mirko C. Trudeau, Estrategia

Hasta mediados de mayo, los 600 multimillonarios estadounidenses incrementaron sus fortunas por 434 mil millones de dólares durante la cuarentena parcial por la pandemia del Covid-19, mientras casi 40 millones de trabajadores perdieron su empleo y se teme que la tasa de desempleo supere el 16% de la masa laboral, Asimismo, el nivel de insuficiencia alimentaria se incrementó.

La nota de tapa del diario The New York Times del domingo 24 de mayo estremeció a la ciudadanía. Estados Unidos acababa de alcanzar los 100.000 muertos por la pandemia y el diario publicó los nombres, edades y profesiones de mil de ellos. “Los números solos no pueden medir el impacto del coronavirus en EEUU (…) “Estas personas reflejan apenas el uno por ciento del total. Ninguno de ellos fue un número”, dice el NYT. El número de contagiados llega a un millón 700 mil personas.

Y entre el dolor de los muertos, hay cifras que resaltan y producen rebeldía: El valor neto de los poco más de estos multimillonarios -entre los que se encuentran con los cinco multimillonarios más ricos Jeff Bezos, de Amazon; Bill Gates, de Microsoft; Mark Zuckerberg, de Facebook; Warren Buffett y Larry Ellison- se incrementó en 15 por ciento desde el 15 de marzo, llegando a un total de 3.382 billones de dólares, según el nuevo informe del Institute for Policy Studies.

martes, 10 de marzo de 2020

Ese pegajoso mito del crecimiento económico


Eduardo Gudynas, Alai

Hace unas semanas atrás, en Chile, el presidente Piñera afirmó: “Yo sé que algunos creen que el crecimiento económico no es un elemento central, yo quiero discrepar” (1). A su juicio es indispensable para financiar un aumento del gasto social, y sólo consiguiéndolo se podrá responder al estallido ciudadano. Casi al mismo tiempo, del otro lado de los Andes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández afirmaba que el país primero debe crecer económicamente para poder enfrentar sus dos mayores problemas, la deuda externa y la pobreza (2). En cambio, en Brasil, el presidente Bolsonaro estaba decepcionado en saber que el país creció muy poco (apenas 1,1 % en 2019, o sea por debajo del gobierno anterior; 3). Bolsonaro exige crecer más en este año.

La racionalidad detrás de ello es que el crecimiento económico es la esencia, o al menos es el motor del desarrollo, y que una vez que una economía crece se derraman otros beneficios, tales como asegurar el empleo, acceso a la salud y la educación, o el consumo. Esa idea es muy clara cuando Piñera advierte que “como muchas veces lo hemos dicho, y a veces se olvida, el crecimiento económico es algo fundamental para la calidad de vida de los chilenos”. Dicho de otro modo, el bienestar sólo es posible allí donde crece la economía.

viernes, 7 de febrero de 2020

El duro análisis del influyente Thomas Piketty sobre las causas del estallido: “En Chile prevalece una ideología de desigualdades”

En una presentación en Londres de la versión en inglés de su libro “Capital e Ideología”, el economista francés –especialista en desigualdad– habló del movimiento social chileno como un punto determinante en la historia de la globalización. Al mismo tiempo, volvió a poner el dedo en la llaga del modelo chileno, apuntando al problema de la inequidad de la distribución de la riqueza como foco de la revuelta iniciada en octubre, al recordar que “Chile y Brasil son algunos de los países con más desigualdades del mundo”. Además, el académico sacó a colación otro factor, al subrayar que “en el Chile post-Pinochet nunca se cuestionaron las bases de la Constitución”.


El caso chileno es digno de análisis en todo el mundo. Y así lo reflejaron las palabras del francés Thomas Piketty, considerado el economista más influyente de los últimos años, quien durante la presentación en Londres de la versión en inglés de su último libro Capital e Ideología, abordó el estallido de octubre en Chile.

El experto en desigualdad económica y distribución de la renta catalogó lo que sucede en nuestro país, junto a las protestas en el Líbano y la ola de los chalecos amarillos en Francia, como un movimiento que contribuye a disminuir las desigualdades económicas que hoy en día aquejan a gran parte del planeta.

“Lo que pasó en Chile, las protestas contra las desigualdades y a favor de mayor igualdad económica, es muy importante, porque demuestra que estamos en un punto determinante en la historia de la globalización”, comentó el profesor de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) y de la Escuela de Economía de París.

Durante la presentación en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, el académico insistió en que “en América Latina, en particular en Chile y en Brasil, son algunos de los países más desigualdades del mundo”.

Desigualdad social, fuente de toda riqueza


Eduardo Lucita, Rebelión

La desigualdad social global está “fuera de control”. Esta es la conclusión más general a la que arribaron un conjunto de organizaciones no gubernamentales reunidas en Oxfam, organismo internacional que busca combatir la injusticia de la pobreza en el mundo.

Según los datos informados por Oxfam en los días previos a la reciente reunión del Foro Económico Mundial en Davos, los multimillonarios más ricos del mundo -aquellas personas que su patrimonio supera los mil millones de dólares- suman 2153 y poseen más riqueza que el 60 por ciento de la población mundial. El 1% más rico del mundo tiene más del doble de riqueza que el 90% (6.900 millones de personas) de la población mundial. O que solo 26 personas poseen lo mismo que la mitad de la población (3.800 millones).

“La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado un nivel escandaloso” concluye el informe citado que se basa en datos oficiales del FMI, el BM y la CEPAL entre otros organismos internacionales.

No es obra de la naturaleza


La desigualdad social, es decir aquella condición que hace que las personas tengan un acceso desigual a los diferentes tipos de recursos (ingresos dinerarios, viviendas, servicios esenciales…) no es obra de la naturaleza como nos suelen decir quienes reproducen aquel concepto que supone que “pobres habrá siempre”. Por el contrario es inherente al sistema capitalista como tal, que no puede sobrevivir sin desigualdades sociales, porque esta es necesidad y a su vez resultado de la lógica de la acumulación del capital en cada período histórico. En otras palabras, la tasa de ganancia del capital es mayor que la tasa de crecimiento de la economía.

lunes, 3 de febrero de 2020

Stiglitz reclama un "nuevo contrato social" para acabar con la desigualdad

El Nobel de Economía asegura que el mundo necesita "un nuevo contrato social" que busque un equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad para acabar con la desigualdad y las protestas, bajo la advertencia de que la extrema derecha "no funciona".


En entrevista con la agencia EFE, el estadounidense advirtió la necesidad de una agenda global que incluya reformas de los mercados, tumbar los monopolios y restringir la competencia desleal, así como la creación de políticas progresistas de impuestos y gastos. También auguró un fracaso en la agenda económica de Donald Trump porque cree que ni el presidente estadounidense ni su equipo "entienden la economía". "Otros cuatro años lo empeorarían aún más", apunta sobre las elecciones de noviembre en las que el mandatario buscará la reelección.

-¿Es optimista con los cambios que pueden traer las multitudinarias protestas ciudadanas?

-Soy optimista frente al cambio, es una inundación en países como Chile. Cuando miraba los datos de Chile, el nivel de desigualdad era tan alto que me sorprendía que no hubiese más disturbios civiles. Ahora tenemos los disturbios y va a haber una verdadera revisión de la Constitución.
Hay un comienzo real de reconocimiento de que hay un problema. En Chile buscaron la solución de los "Chicago Boys", y les funcionó. Ahora solo con ese reconocimiento van a comenzar a pensar. ¿Cuáles son los marcos económicos alternativos? Soy optimista. América Latina a veces se desvía de un extremo de los fundamentalistas del mercado al otro extremo y lo que espero es que entendamos que la extrema derecha no funciona, es más fácil dirigir desde un rumbo intermedio.

miércoles, 22 de enero de 2020

Desigualdad, cambio técnico y robots


Alejandro Nadal, La Jornada

Durante muchos años buena parte de la comunidad de economistas cultivó la teoría de que la creciente desigualdad en Estados Unidos se debía a la presión que el cambio técnico ejercía sobre las remuneraciones de los trabajadores. Esta narrativa viene en varias envolturas, una más deficiente que otra, pero siempre le arregló muy bien a los poderes establecidos. De ahí su popularidad.

En una de sus presentaciones, el razonamiento es como sigue. El proceso de cambio técnico inherente al capitalismo hace que los trabajadores sean más productivos. Esto reduce la demanda de trabajadores, pero, como los trabajadores siguen teniendo necesidad de laborar, no les queda más remedio que moverse hacia sectores de baja productividad, menores salarios y peores condiciones en términos de precariedad. Es decir, el cambio técnico termina por imprimir un sesgo regresivo en la escala de remuneraciones, porque aumenta la demanda de trabajadores más calificados al tiempo que se castiga a los empleos de menores remuneraciones. En un giro que recuerda las viejas discusiones sobre el cambio técnico inducido, esta historia también afirma que los bajos salarios en las ramas más castigadas eliminan los incentivos a introducir innovaciones intensivas en capital. Todo eso vendría a explicar la creciente desigualdad que ya es motivo de escándalo en la sociedad estadounidense desde hace años.


lunes, 2 de diciembre de 2019

El suicidio de Occidente


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Después de la extrema unción de Emmanuel Macron –ex empleado de la esclavista Banca Rothschild– sobre el “fin de la hegemonía de Occidente (bit.ly/2L6xVpb)” y “la muerte cerebral de la OTAN (bit.ly/2OWK4y3)”, toca el turno al alicaído neogaullista Nicolas Sarkozy, quien decretó que “Occidente y Europa no son más los ejes del mundo (bit.ly/2R0OruF)”.

La consubstancial corrupción de Sarkozy no le obnubiló su lucidez. Occidente (what ever that means) y Europa han sido rebasados por la resurrección de Rusia y la parusía de dos civilizaciones milenarias: China e India.

Sarkozy se equivoca al sentenciar que la crisis de los partidos Conservadores Liberales refleja la crisis de Occidente. No hay tal: da igual la pertenencia de cualquier partido en el amplio espectro permitido en los sistemas electorales de Occidente cuando los laboristas y/o socialistas, tipo travesti como Tony Blair, perdieron también su alma en el trayecto neoliberal global que fue el que periclitó cuando hoy los partidos, sean de cualquier bandera, cesaron de representar las aspiraciones y las voluntades de los ciudadanos, en particular, de los millennials que se han rebelado y revelado en los cuatro rincones del planeta (bit.ly/2qOFPg8) y que hoy carecen de futuro (bit.ly/34yZ9MF).

viernes, 29 de noviembre de 2019

Crítica a Thomas Piketty, ¿incremento de desigualdades o de explotación?


Vicenç Navarro, Público

El aumento de las desigualdades de renta y de propiedad ha sido tan grande en la mayoría de países del mundo capitalista desarrollado que ha llamado la atención de los mayores fórums y medios de comunicación en tales países, así como en las instituciones internacionales. En realidad, el tema de las “desigualdades” se ha convertido casi en un tema de moda. Desde el Foro de Davos (el Vaticano del pensamiento neoliberal) hasta el Foro Social Mundial, todos hablan del tema de desigualdades.
Pero lo que es interesante (y diría yo también intrigante) es que apenas se habla de otro término (o concepto) que está claramente relacionado con el tema de desigualdades. Y me refiero al término (y concepto) de explotación , raramente citado y todavía menos analizado, por ser considerado demasiado polémico. Los datos, sin embargo, muestran que es casi imposible entender la enorme evolución de las desigualdades hoy en el mundo capitalista desarrollado sin hablar de explotación.

Qué es explotación

En realidad, el concepto explotación es muy fácil de definir: A explota a B cuando A vive mejor a costa de que B viva peor. Y A y B pueden ser clases sociales, géneros, razas, naciones o ambientes. Me explico: cuando a un trabajador se le paga menos de lo que contribuye con su producto o servicio a fin de que su empleador (el empresario) pueda aumentar más sus beneficios, hablamos de explotación de clase. Cuando una pareja (hombre y mujer) que viven juntos y trabajan los dos, llegan a casa al mismo tiempo y la mujer se va directamente a la cocina a preparar la cena para los dos mientras el marido se sienta a ver la televisión, hablamos de explotación de género. Cuando a un ciudadano negro se le paga menos que a un blanco por hacer el mismo trabajo, entonces indicamos que hay explotación de raza. Cuando un Estado–nación impone a otro más pobre las condiciones del comercio internacional que le favorecen, a costa de los intereses de esa nación pobre, hay explotación de nación. Y cuando la compañía Volkswagen era consciente del daño causado por sus automóviles, contaminando más de lo legalmente permitido, beneficiándose a costa de dañar la salud de la población, había un caso de explotación del medioambiente por parte de dicha empresa, a costa de la salud de la población.

martes, 12 de noviembre de 2019

Los ultrarricos de EEUU cada vez más ricos


El 1% más rico de EEUU se ha beneficiado con el alza bursátil, las bajas tasas de interés y las reducciones de impuestos del gobierno de Donald Trump, amasando activos que igualan al siguiente 9% más rico, y a los 4 deciles más ricos. En total, el 50% más rico de la población posee el 94% de la riqueza, mientras la otra mitad se reparte el otro 6%. Esto es el Neoliberalismo

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin