miércoles, 20 de mayo de 2015

Nueva huelga de Ferrocarriles en Alemania por bajos salarios

Manuel Kellner, Viento Sur

Como Manuel Kellner informaba en un artículo anterior, la huelga ferroviaria impulsada por la GDL -sindicatos de maquinistas - a principios de mayo tenía un doble significado: responder al deterioro permanente de las condiciones laborales y hacer una experiencia práctica del valor de la movilización impulsada por los sindicatos minoritarios en un contexto en el que se quiere impedir por Ley su derecho a convocar huelgas. La finalización de la primera huelga el 10 de mayo hizo que los media alemanes e internacionales lanzaran a los cuatro vientos la imagen del "fracaso" de la iniciativa. Sin embargo, la partida no ha hecho más que empezar

El 10 de mayo, cuando finalizó la huelga ferroviaria convocada por el sindicato de maquinistas GDL, la prensa internacional echó las campanas al vuelo. Los grandes media alemanes hicieron creer que el GDL, con "solo" 6000 maquinistas y otro sectores del personal ferroviario movilizados el último día de la última huelga -de seis días, la más larga en la historia de la Deutsche Bahn AG [equivalente a la Renfe en Alemania]- estaba acabado. Sin embargo, como las negociaciones con la Deutsche Bahn AG no han dado resultados, la movilización vuelve a la carga.

El 19 de mayo, martes, a partir de las 15h, comienza una nueva huelga en el sector del transporte de mercancías. El miércoles, a partir de las 14 h, a esta huelga se le suma la de los trenes de viajeros. La GDL no habla de huelga indefinida, pero anuncia que la finalización de la misma no se comunicará más que con 48 horas de antelación. El presidente de la GDL, Claus Weselsky, ha declarado que de todas formas, la huelga tendrá una duración superior a la última. Por lo tanto afectará a los días festivos de Pentecostés.

Las negociaciones se interrumpieron el sábado pasado, dado que la dirección de la Deutsche Bahn AG no estaba dispuesta a realizar concesiones, sobre todo en lo que respecta a las condiciones de trabajo y a la reducción de la jornada laboral. Así pues, en esas condiciones la GDL no podía aceptar someterse a un procedimiento de arbitraje ("Schlichtung"). La GDL acusa a la dirección de la Deutsche Bahn AG de estar pendiente de la decisión legislativa que se adoptará el viernes próximo en torno a la Tarifeinheitsgesetz [Ley que sólo reconoce a un sindicato mayoritario en cada centro de trabajo] cuyo objetivo es anular la capacidad de acción de los sindicatos minoritarios en las empresas. Si se aprueba la ley, los sindicatos minoritarios combativos como la GDL perderán la capacidad para firmar acuerdos colectivos y, con ello, la base material para su existencia y su capacidad de acción.

La Bundesvereinigung der Deutschen Arbeitgeberverbände (BDA, una de las dos asociaciones patronales más influyentes en Alemania) denuncia a la GDL por actuar de forma irresponsable con el objetivo de incrementar su poder en detrimento de su sindicato rival, la mayoritaria EVG (federada en la DGB, la Confederación General de sindicatos alemanes), así como de perjudicar a la economía alemana con su acción egoísta e irresponsable. Ni que decir que las organizaciones patronales están activamente a favor del Tarifeinheitsgesetz.

Pero aún si la Tarifeinheitsgesetz pasa el trámite parlamentario, estará sujeto a varios recursos al Tribunal Constitucional Federal (Bundesverfassungsgericht) que determinará si este proyecto de ley no contradice la Constitución alemana (Grundgesetz). Por su parte, el partido verde (Die Grünen) acaba de manifestar -de forma similar a las declaraciones de la izquierda política y sindical- que este proyecto de ley constituye, de hecho, un atentado al derecho de huelga tal y como está recogido en la Constitución. Así pues, nada es definitivo. Incluso, la acción de la GDL podría hacer que la EVG se movilizara, ya que hasta el presente tampoco ha logrado imponer su reivindicación de incrementar los salarios en un 6%.

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