viernes, 18 de enero de 2008

Naomi Klein y el shock del capitalismo



Marco Antonio Moreno

Naomi Klein, la escritora y periodista canadiense cuyos trabajos críticos sobre la globalización neoliberal han concitado tanta atención y adhesión en diversos ámbitos sostiene en su último libro, La doctrina de Shock, el auge del Capitalismo del desastre, que la tortura es la lógica subyacente de la doctrina del choque y describe como aterradores capítulos en la historia del capitalismo acontecimientos como el derrocamiento del presidente Salvador Allende en Chile en 1973, el bombardeo de Bagdad en 2003 y los episodios recientes de aplicación de torturas a prisioneros que compara con el ‘tratamiento de choque’ económico por el que abogó Milton Friedman en su visita a Chile en 1975. Para los fundamentalistas, las naciones impactadas por desastres y en estado de choque por esa causa, se convierten en espacios dúctiles sobre los que resulta factible ejercer influencia política.

De esta forma Naomi Klein, que en 2001 publicó No Logo, especie de manifiesto revolucionario y mordaz contra el poder de las supermarcas y la esclavitud del consumidor, realiza una crítica al Neoliberalismo Económico señalando que esta doctrina “ha triunfado en el mundo, no porque los pueblos de buena gana hayan asumido sus bondades del mercado, sino porque las reglas de juego de esa ideología les han sido impuestas por la fuerza en forma de políticas liberales, especialmente en momentos de desastres provocados o aprovechados como pretexto para ello".

El titulo alude a los hallazgos de la psiquiatría en el tratamiento de enfermos mentales por electroshock en los años 40, idea que fue tomada por organismos como la CIA en experimentos con fines de sometimiento y tortura. La base de estos tratamientos que la CIA emprendió y que más tarde fueron incorporados por numerosas agencias de seguridad, como la CNI en Chile, era utilizar el shock como un método para reducir a los adultos a un estado infantil. Klein usa esta metáfora para describir el efecto de la aplicación de las teorías de la economía neoliberal sobre sociedades convulsionadas y advierte que las consecuencias no son accidentales.
“Un sistema económico que requiere constante crecimiento, al tiempo que elude cualquier serio intento de regulación ambiental, genera una constante corriente de desastres, sean militares, ecológicos o financieros“
No necesitamos ir muy lejos para recordar que tras el golpe de Estado la junta militar entrega a los llamados “Chicago boys”, los ministerios de economia y planificacion, quienes traen a Chile a Milton Friedman para convencer directamente a Pinochet sobre la importancia de implantar en Chile el modelo económico. Sobre este hecho, Klein escribe:“Milton Friedman entendió que la atmósfera creada por una crisis de gran escala proveía el pretexto necesario como para invalidar los deseos expresos de los votantes y entregarles la economía del país a los «tecnócratas»”

Naomi Klein considera que la violencia es inherente al capitalismo "que la ha practicado sistemáticamente a lo largo de cientos de años’, asegura que en el seno de este orden socioeconómico se libra hoy lo que califica de una batalla de ideas entre el keynesianismo, partidario de una economía ‘mixta’ -que es la que impera en su país, Canadá-, regida por el mercado y regulada por el gobierno, de una parte, y la corriente capitalista fundamentalista, que objeta toda intervención del Estado en la economía, que es la que reina en los Estados Unidos y amenaza extenderse por todo el mundo.

En todo caso, mucha de la información que la Klein nos entrega y sobretodo aquella relacionada al capitalismo salvaje y al saqueo de América Latina está en la obra de Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, texto de referencia fundamental para mirar de frente al enemigo.

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